Página:La Sagrada Biblia (XIV).djvu/173

Esta página ha sido corregida
165
CAPÍTULO IX.

16 Asi que no es obra del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que usa de misericordia.

17 Dice tambien á Pharaon en la Escritura [1]: A este fin te levanté, para mostrar en tí mi poder; y para que mi nombre sea celebrado por toda la tierra.

18 De donde se sigue que con quien quiere, usa de misericordia, y endurece ó abandona en su pecado al que quiere.

19 Pero tú me dirás: ¿Pues cómo es que se queja Dios, ó se enoja? porque ¿quién puede resistir á su voluntad?

20 Mas, ¿quién eres tú, ¡oh hombre! para reconvenir á Dios? Un vaso de barro ¿dice acaso al que le labró: Por qué me has hecho así [2]?

21 ¿Pues qué, no tiene facultad el alfarero, para hacer de la misma masa de barro un vaso para usos honrosos, y otro al contrario para usos viles?

22 Nadie puede quejarse, si Dios queriendo mostrar en unos su justo enojo, y hacer patente su poder; sufre con mucha paciencia á los que son vasos de ira, dispuestos para la perdicion,

23 á fin de manifestar las riquezas de su gloria en los que son vasos de misericordia, que él preparó ó destinó para la gloria [3];

24 y ha llamado á ella, como á nosotros, no sola-