10 los de Phrygia, de Pamphylia, y del Egypto, los de la Lybia, confinante con Cyrene, y los que han venido de Roma,
11 tanto judíos como prosélitos [1], los cretenses y los árabes, los oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios.
12 Estando pues todos llenos de admiracion, y no sabiendo qué discurrir, se decian unos á otros: ¿Qué novedad es esta?
13 Pero hubo algunos que se mofaban de ellos diciendo: Estos sin duda están borrachos ó llenos de mosto.
14 Entónces Pedro presentándose con los once apóstoles, levantó su voz y les habló de esta suerte: ¡Oh vosotros judíos, y todos los demas que morais en Jerusalem! estad atentos á lo que voy á deciros, y escuchad bien mis palabras.
15 No están estos embriagados, como sospechais vosotros, pues no es mas que la hora tercia [2] del dia;
16 sino que se verifica lo que dijo el Profeta Joel [3]:
17 Sucederá en los postreros dias (dice el Señor) que yo derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres; y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; y vuestros jóvenes tendrán visiones, y vuestros Ancianos revelaciones en sueños.
- ↑ Véase Prosélitos.
- ↑ Véase Hora. Los judíos en los dias de fiesta no comian sino despues de haber hecho las oraciones de la mañana, que acababan cerca de las doce.
- ↑ Is. XLIV. v.3.—Joel II. v.28.