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EPÍST. DE S. PABLO A LOS ROMANOS.

29 quedando atestados de toda suerte de iniquidad, de malicia, de fornicacion, de avaricia, de perversidad: llenos de envidia, homicidas, pendencieros, fraudulentos, malignos, chismosos,

30 infamadores, enemigos de Dios, ultrajadores, soberbios, alraneros, inventores de vicios, desobedientes á sus padres,

31 irracionales, desgarrados, desamorados, desleales, desapiadados.

32 Los cuales en medio de haber conocido la justicia de Dios, no echaron de ver, que los que hacen tales cosas, son dignos de muerte eterna; y no solo los que las hacen, sino tambien los que aprueban á los que las hacen.

CAPÍTULO II.
Demuéstrase que los judíos son tanto y mas culpables por sus malas obras que los gentiles. La verdadera circuncision es la del espíritu, ó la del entendimiento y de la voluntad.

1 Por donde tú eres inexcusable, ¡oh hombre! quien quiera que seas, que te metes á condenar á los demas. Pues en lo que condenas á otro, le condenas á tí mismo: haciendo como haces tú ¡oh judío! aquellas mismas cosas que condenas.

2 Sabemos que Dios condena segun su verdad a los que cometen tales acciones [1].


  1. Esto es, los enormes delitos de que he hablado.