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HECHOS DE LOS APÓSTOLES.

tre los muertos, y habia de mostrar la luz del Evangelio á este pueblo y á los gentiles.

24 Diciendo él esto en su defensa, exclamó Festo, Pablo, tú estás loco; las muchas letras te han trastornado el juicio.

25 Y Pablo le respondió: No deliro, óptimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura [1].

26 Que bien sabidas son del rey estas cosas, y por lo mismo hablo delante de él con tanta confianza; bien persuadido de que nada de esto ignora, puesto que ninguna de las cosas mencionadas se ha ejecutado en algun rincon oculto.

27 ¡Oh rey Agrippa! ¿crees tú en los Profetas? Yo sé que crees en ellos.

28 A esto Agrippa sonriéndose respondió á Pablo: Poco falta para que me persuadas á hacerme christiano.

29 A lo que contestó Pablo: Pluguiera á Dios, como deseo, que no solamente faltára poco, sino que no faltara nada para que tú y todos cuantos me oyen,


  1. A las injurias ó dicterios que recaen contra la doctrina de Jesu-Christo, se debe responder aun á los superiores con vigor respetuoso; pero siempre con moderacion. Un silencio humilde no es virtud para todos tiempos y ocasiones; pero hay muy pocos que sean capaces de hablar á los grandes en tales lances de un modo que reuna la libertad que exige la causa de Dios, y el respeto que se debe siempre á la suprema autoridad. En tales lances es muy necesario implorar la especial asistencia del Espíritu santo, y atender mucho á purificar bien nuestra intencion.