13 Porque todos los Profetas, y la Ley hasta Juan, pronunciaron lo porvenir;
14 y si quereis entenderdo, el mismo es aquel Elías que debia venir.
15 El que tiene oidos para entender, entiéndalo.
16 Mas ¿á quién compararé yo esta raza de hombres? Es semejante á los muchachos sentados en la plaza, que dando voces á otros de sus compañeros,
17 les dicen: Os hemos entonado cantares alegres, y no habeis bailado; cantares lúgubres, y no habeis llorado.
18 Así es que vino Juan, que casi no come, ni bebe, y dicen: Está poseído del demonio.
19 Ha venido el Hijo del hombre, que come, y bebe, y dicen: Hé aquí un gloton, y un vinoso, amigo de publicanos, y gentes de mala vida [1]. Pero queda la divina sabiduría justificada para con sus hijos.
20 Entonces comenzó á reconvenir á las ciudades donde se habian hecho muchísimos de sus milagros, porque no habian hecho penitencia.
21 ¡Ay de tí, Corozain! ¡ay de tí, Bethsaida! que si en Tyro y en Sidon se hubiesen hecho los milagros que se han obrado en vosotras, tiempo há que habrian hecho penitencia, cubiertas de ceniza y de cilicio [2].
22 Por tanto os digo, que Tyro y Sidon serán mé-