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CAPÍTULO XI.

á ver en el desierto? ¿alguna caña que á todo viento se mueve?

8 Decidme si no, ¿qué salisteis á ver? ¿á un hombre vestido con lujo y afeminacion? Ya sabeis que los que visten así, en palacios de reyes están.

9 En fin, ¿qué salísteis á ver? ¿á algun Profeta? Eso sí, yo os lo aseguro, y aun mucho mas que Profeta.

10 Pues él es de quien está escrito [1]: Mira que yo envío mi ángel ante tu presencia, el cual irá delante de tí disponiéndote el camino.

11 En verdad os digo, que no ha salido á luz entre los hijos de mugeres alguno mayor que Juan Bautista: si bien el que es menor en el reino de los cielos, es superior á el [2].

12 Y desde el tiempo de Juan Bautista hasta el presente, el reino de los cielos se alcanza á viva fuerza, y los que se la hacen á sí mismos, son los que le arrebatan [3].


  1. Malach. III. v. 1IV. 5.
  2. Segun se vé en S. Luc. cap. VII. v. 28, la comparacion no se hace aquí de persona á persona, sino del ministerio, ó profecía de la antigua Ley, con el sacerdocio, ó profecía de la Ley de gracia: in regno es cælorum quiere decir en la Iglesia de Christo. Véase Reino de los cielos.
  3. Véase Reino de los cielos. Otros traducen: desde los dias ó predicacion de Juan Bautista hasta hoy, el reino de los cielos, ó el Evangelio, es arrebatado con ímpetu por los hombres que vienen en tropas á oir la predicacion de Juan: ya no pertenece exclusixamente á los judíos.