18 Si el mundo os aborrece, sabed que primero que á vosotros me aborreció á mí.
19 Si fuérais del mundo, el mundo os amaria como cosa suya; pero como no sois del mundo, sino que os entresaqué yo del mundo, por eso el mundo os aborrece.
20 Acordáos de aquella sentencia mia, que ya os dije: No es el siervo mayor que su amo. Si me han perseguido á mí, tambien os han de perseguir á vosotros: como han practicado mi doctrina, del mismo modo practicarán la vuestra.
21 Pero todo esto lo ejecutarán con vosotros por causa y ódio de mi nombre; porque no conocen al que me ha enviado.
22 Si yo no hubiera venido, y no les hubiera predicado, no tuvieran culpa de no haber creído en mí'; mas ahora no tienen excusa de su pecado.
23 El que me aborrece á mí, aborrece tambien á mi Padre.
24 Si yo no hubiera hecho entre ellos obras tales, cuales ningun otro ha hecho, no tendrian culpa; pero ahora ellos las han visto, y con todo me han aborrecido á mí, y no solo á mí, sino tambien á mi Padre.
25 Por donde se viene á cumplir la sentencia escrita en su Ley [1]: Me han aborrecido sin causa alguna.
26 Mas cuando viniere el Consolador, el Espíritu
- ↑ Psalm. XXIV. v.19.—Véase Jesu-Christo.
obreros de la Iglesia, por ser muy necesaria para hacer fruto.