del mismo modo persiguieron á los Profetas que ha habido antes de vosotros.
15 Vosotros sois la sal de la tierra [1]. Y si la sal se hace insípida, ¿con qué se le volverá el sabor? para nada sirve ya, sino para ser arrojada y pisada de las gentes.
14 Vosotros sois la luz del mundo. No se puede encubrir una ciudad edificada sobre un monte:
15 ni se enciende la luz para ponerla debajo de un celemin, sino sobre un candelero, á fin de que alumbre á todos los de la casa.
16 Brille así vuestra luz ante los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen á vuestro Padre que está en los cielos.
17 No penseis que yo he venido á destruir la doctrina de la Ley, ni de los Profetas: no he venido á destruirla, sino á darle su cumplimiento [2].
18 Que con toda verdad os digo, que antes faltarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse perfecta-
- ↑ Véase Sal.
- ↑ Jesu-Christo dió cumplimiento á la Ley con su doctrina, con sus obras y con sus preceptos: dió cumplimiento á las leyes ceremoniales, verificando el objeto y el fin de ellas, que era el mismo Jesu-Christo: á las morales, vindicando su integridad é inteligencia contra los Escribas y Fariseos que las habian corrompido con sus tradiciones y falsa interpretacion; y á las judiciales, dando cumplimiento á lo que ellas significaban, y confirmando lo que tenian de derecho comun y perpetuo.