Página:La Sagrada Biblia (XIII).djvu/419

Esta página ha sido corregida
411
CAPÍTULO VIII.

y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que es de su agrado.

30 Cuando Jesus dijo estas cosas, muchos creyeron en él.

31 Decía pues á los judíos que creían en él: Si perseveráreis en mi doctrina, seréis verdaderamente discípulos mios;

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

33 Respondiéronle ellos: Nosotros somos descendientes de Abraham, y jamás hemos sido esclavos de nadie: ¿cómo pues dices tú que vendrémos á ser libres?

34 Replicóles Jesus: En verdad, en verdad os digo, que todo aquel que comete pecado, es esclavo del pecado.

35 Es así que el esclavo no mora para siempre en la casa: el hijo sí que permanece siempre en ella:

36 luego si el hijo os da libertad, seréis verdaderamente libres.

37 Yo sé que sois hijos de Abraham; pero tambíen sé que tratais de matarme, porque mi palabra ó doctrina no halla cabida en vosotros.

38 Yo hablo lo que he visto en mi Padre: vosotros haceis lo que habeis visto en vuestro padre.

39 Respondiéronle diciendo: Nuestro padre es Abraham. Si sois hijos de Abraham, les replicó Jesus, obrad como Abraham.

40 Mas ahora pretendeis quitarme la vida, siendo