Página:La Sagrada Biblia (XIII).djvu/325

Esta página ha sido corregida
317
CAPÍTULO XV.

sucitado; habíase perdido, y ha sido hallado. Y con eso dieron principio al banquete.

25 Hallábase a la sazon el hijo mayor en el campo; y á la vuelta, estando ya cerca de su casa, oyó el concierto de música y el baile;

26 y llamó á uno de los criados, y preguntóle qué venia á ser aquello;

27 el cual le respondió: Ha vuelto tu hermano, y tu padre ha mandado matar un becerro cebado, por haberle recobrado en buena salud.

28 Al oir esto, indiguóse, y no queria entrar. Salió pues su padre á fuera, y empezó a instarle con ruegos.

29 Pero él le replicó diciendo: Es bueno que tantos años há que te sirvo, sin haberte jamás desobedecido en cosa alguna que me hayas mandado, y nunca me has dado un cabrito para merendar con mis amigos;

30 y ahora que ha venido este hijo tuyo, el cual ha consumido su hacienda con meretrices, luego has hecho matar para él un becerro cebado.

31 Hijo mio, respondió el padre, tú siempre estás conmigo, y todos los bienes mios son tuyos;

32 mas ya ves que era muy justo el tener un banquete, y regocijarnos, por cuanto este tu hermano habia muerto, y ha resucitado; estaba perdido, y se ha hallado.