ni á tus hermanos, ni á los parientes, ó vecinos ricos, no sea que tambien ellos te conviden á ti, y te sirva esto de recompensa:
13 sino que cuando haces un convite, has de convidar á los pobres, y á los tullidos, y á los cojos, y á los ciegos;
14 y serás afortunado, porque no pueden pagártelo: pues así serás recompensado en la resurreccion de los justos.
15 Habiendo oido esto uno de los convidados, le dijo: ¡Oh bienaventurado aquel que tendrá parte en el convite del reino de Dios [1]!
16 Mas Jesus le respondió: Un hombre dispuso una gran cena, y convidó á mucha gente.
17 A la hora de cenar envió un criado á decir á los convidados que viniesen, pues ya todo estaba dispuesto.
18 Y empezaron todos, como de concierto, á excusarse. El primero le dijo: He comprado una granja, y necesito salir á verla: ruégote que me des por excusado.
19 El segundo dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy á probarlas: dame, te ruego, por excusado.
20 Otro dijo: Acabo de casarme, y así no puedo ir allá.
21 Habiendo vuelto el criado refirió todo esto á su amo. Irritado entonces el padre de familias, dijo á su