Página:La Sagrada Biblia (XIII).djvu/310

Esta página ha sido corregida
302
SAN LUCAS.

19 con lo que diré á mi alma: ¡O alma mia! ya tienes muchos bienes de repuesto para muchísimos años: descansa, come, bebe, y date buena vida.

20 Pero al punto le dijo Dios: ¡Insensato! esta misma noche han de exigir de tí la entrega de tu alma: ¿de quién será cuanto has almacenado?

21 Esto es lo que sucede, concluyó Jesus, al que atesora para sí, y no es rico á los ojos de Dios.

22 Y despues dijo á sus discípulos: Por eso os digo á vosotros: No andeis inquietos en órden á vuestra vida, sobre lo que comeréis, ni en órden á vuestro cuerpo, sobre qué vestiréis.

23 Mas importa la vida que la comida, y el cuerpo que el vestido.

24 Reparad en los cuervos: ellos no siembran, ni siegan, no tienen despensa, ni granero; sin embargo Dios los alimenta. Ahora bien, ¿cuánto mas valeis vosotros que ellos?

25 Y por otra parte ¿quién de vosotros, por mucho que discurra, puede acrecentar á su estatura un solo codo?

26 Pues si ni aun para las cosas mas pequeñas teneis poder, ¿a qué fin inquietaros por las demas?

27 Contemplad las azucenas cómo crecen y florecen, no trabajan, ni tampoco hilan: no obstante os digo, que ni Salomon con toda su magnificencia estuvo jamás vestido como una de estas flores.

28 Pues si á una yerba, que hoy está en el campo, y mañana se echa en el horno, Dios así la viste, ¿cuánto mas á vosotros, hombres de poquísima fé?