Página:La Sagrada Biblia (XIII).djvu/303

Esta página ha sido corregida
295
CAPÍTULO XI.

dará destruido, y una casa dividida en facciones camina á su ruina.

18 Si pues Satanás está tambien dividido contra sí mismo, ¿como ha de subsistir su reino? ya que decís vosotros que yo lanzo los demonios por arte de Beelzebúb [1].

19 Y si yo lanzo los demonios por virtud de Beelzebúb, ¿por virtud de quién los lanzan vuestros hijos? Por tanto ellos mismos serán vuestros jueces.

20 Pero si yo lanzo los demonios con el dedo ó virtud de Dios, es evidente que ha llegado ya el reino de Dios á vosotros.

21 Cuando un hombre valiente, bien armado, guarda la entrada de su casa, todas las cosas están seguras.

22 Pero si otro mas valiente que él asaltándole le vence, le desarmará de todos sus arneses, en que tanto confiaba, y repartirá sus despojos.

23 Quien no está por mí, está contra mí, y quien no recoge conmigo, desparrama.

24 Cuando un espíritu inmundo ha salido de un hombre, se va por lugares áridos, buscando lugar donde reposar, y no hallándole dice: Me volveré á mi casa, de donde salí.

25 Y viniendo a ella, la halla barrida, y bien adornada.

26 Entonces va, y toma consigo á otros siete espíritus peores que él, y entrando en esta casa fijan en