dades y aldeas predicando, y anunciando el reino de Dios, acompañado de los doce,
2 y de algunas mugeres, que habian sido libradas de los espíritus malignos, y curadas de varias enfermedades; de María, por sobrenombre Magdalena, de la cual habia echado siete demonios,
3 y de Juana, muger de Chûsa mayordomo de el rey Heródes, y de Susanna, y de otras muchas, que le asistian con sus bienes.
4 En ocasion de un grandísimo concurso de gentes, que de las ciudades acudian presurosas á él, dijo esta parábola:
5 Salió un sembrador a sembrar su simiente; y al esparcirla, parte cayó á lo largo del camino, donde fue pisoteada, y la comieron las aves del cielo.
6 Parte cayó sobre un pedregal; y luego que nació, secóse por falta de humedad.
7 Parte cayó entre espinas, y creciendo al mismo tiempo las espinas con ella, sofocáronla.
8 Parte finalmente cayó en buena tierra; y habiendo nacido dió fruto á ciento por uno. Dicho esto exclamó en alta voz: El que tenga oidos para escuchar, atienda bien á lo que digo.
9 Preguntábanle sus discípulos, cuál era el sentido de esta parábola.
10 A los cuales respondió así: A vosotros se os ha concedido el entender el misterio del reino de Dios, mientras á los demas en castigo de su malicia, se las habla' en parábolas: de modo que viendo, no echen de ver, y oyendo, no entiendan.