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CAPÍTULO XIII.

41 Estando Jesus una vez sentado frente al arca de las ofrendas [1], estaba mirando cómo la gente echaba dinero en ella, y muchos ricos echaban grandes cantidades.

42 Vino tambien una viuda pobre, la cual metió dos blancas, ó pequeñas monedas, que hacen un maravedí [2];

43 y entónces convocando á sus discípulos, les dijo: En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado mas en el arca, que todos los otros.

44 Por cuanto los demas han echado algo de lo que les sobraba; pero esta ha dado de su misma pobreza todo lo que tenia, todo su sustento.

CAPÍTULO XIII.
Profecías de la destruccion de Jerusalem, y de la segunda venida de Jesus, con las señales que precederán. (Matth. 24. Luc. 19, 21)

1 Al salir del Templo, díjole uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras [3], y qué fábrica tan asombrosa.

2 Jesus le dió por respuesta: ¿Ves todos esos mag-


  1. Véase Gazophilacio.
  2. Véase As, Cuadrante.
  3. Josepho, Lib. XV. Antiquil. cap. XIV. dice: "Componíase la fábrica del Templo de piedras blancas de veinte y cinco codos de largo, ocho de alto, y doce de ancho. Véase tambien De bello judaico, lib. VI. cap. 14.