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CAPÍTULO VI.

10 Advertíales asimismo: Donde quiera que tomáreis posada, estáos allí, hasta salir del lugar;

11 y donde quiera que os desecharen, ni quisieren escucharos, retirándoos de allí, sacudid el polvo de vuestros pies, en testimonio contra ellos.

12 De esta suerte salieron á predicar exhortando á todos á que hiciesen penitencia;

13 y lanzaban muchos demonios, y ungian á muchos enfermos con óleo, y los sanaban.

14 Oyendo estas cosas el rey Heródes (pues se habia hecho ya célebre el nombre de Jesus) decia: Sin duda que Juan Bautista ha resucitado de entre los muertos; y por eso tiene la virtud de hacer milagros.

15 Otros decian: No es sino Elías. Otros empero: Este es un Profeta, igual á los principales Profetas [1].

16 Mas Heródes, habiendo oido esto, dijo: Este es aquel Juan á quien yo mandé cortar la cabeza, el cual ha resucitado de entre los muertos.

17 Porque es de saber que el dicho Heródes había enviado a prender á Juan, y le aherrojó en la cárcel por amor de Herodias, muger de su hermano Philippo, con la cual se habia casado.

18 Porque Juan decia á Heródes: No te es lícito tener por muger á la que lo es de tu hermano.


  1. Puede traducirse segun indica el texto griego, este es el Profeta: como quien dice, el Profeta prometido por Dios (Deut. XVIII); ó á lo ménos uno de los grandes Profetas.