nos herodianos [1], que le dijeron: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas el camino ó la Ley de Dios conforme á la pura verdad, sin respeto á nadie, porque no miras á la calidad de las personas:
17 esto supuesto, dinos que te parece de esto: ¿es ó no es lícito á los judíos, pueblo de Dios, pagar tributo á César [2]?
18 A lo cual Jesus, conociendo su refinada malicia, respondió: ¿Por qué me tentais, hipócritas?
19 enseñadme la moneda con que se paga el tributo. Y ellos le mostraron un denario.
20 Y Jesus les dijo: ¿De quién es esta imágen, y esta inscripcion?
21 Respóndenle: De César. Entonces les replicó: Pues dad á César lo que es de César, y á Dios lo que es de Dios.
22 Con cuya respuesta quedaron admirados, y dejándole, se fueron.
— 23 Aquel mismo dia vinieron los sadduceos, que niegan la resurreccion, á proponerle este caso:
24 Maestro, Moysés ordenó que si alguno muere sin hijos, el hermano se case con su muger, para dar succesion á su hermano.
25 Es el caso que habia entre nosotros siete hermanos: casado el primero, vino á morir, y no teniendo succesion, dejó su muger á su hermano.
26 Lo mismo acaeció al segundo, y al tercero, hasta el séptimo.
- ↑ Véase Herodianos.
- ↑ Príncipe extrangero é idólatra, ilegítimo y violento.