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SAN MATHEO.

26 Si respondemos, del cielo, nos dirá: ¿Pues por qué no habeis creido en él? Si respondemos, de los hombres, tenemos que temer al pueblo; porque todos miraban á Juan como un Profeta.

27 Por tanto contestaron á Jesus, diciendo: No lo sabemos. Replicóles él en seguida: Pues ni yo tampoco os diré a vosotros con qué autoridad hago estas cosas.

28 ¿Y qué os parece de lo que voy á decir? Un hombre tenia dos hijos, y llamando al primero, le dijo: Hijo, vé hoy á trabajar en mi viña.

29 Y él respondió: No quiero. Pero despues, arrepentido fue.

30 Llamando al segundo, le dijo lo mismo, y aunque él respondió: Voy, señor; no fue:

31 ¿cuál de los dos hizo la voluntad del padre? El primero, dijeron ellos. Y Jesus prosiguió: En verdad os digo, que los publicanos, y las rameras os precederán y entrarán en el reino de Dios.

32 Por cuanto vino Juan á vosotros por las sendas de la justicia, y no le creísteis; al mismo tiempo que los publicanos y las rameras le creyeron: mas vosotros, ni con ver esto, os movísteis despues á penitencia para creer en él.

33 Escuchad otra parábola: Érase un padre de familias, que plantó una viña, y la cercó de vallado, y cavando hizo en ella un lagar, edificó una torre, arrendóla despues á ciertos labradores, y se ausentó á un pais lejano.

34 Venida ya la sazon de los frutos, envió sus cria-