de lo que es dictadura? Es el gobierno de un solo hombre, sin más ley que su voluntad o su capricho. Agarra la pluma, hija mía, y enjareta un artículo condenando los desenfrenos de la ambición, el fanatismo del yo...».
Como don Basilio dijese, entre otras cosas, que había gentío y tropas en el Congreso, abandoné corriendo la casa (Costanilla de los Desamparados) para leer en la vía pública la página histórica. Esta no fue sangrienta, ni siquiera de mediana emoción. En la plaza de las Cortes me encontré a Rojo Arias, que me introdujo en el Congreso. Apenas di algunos pasos hacia el Salón de Conferencias, rodeado me vi de amigos que me refirieron el argumento de la ópera cómica cuya representación había empezado. En el despacho presidencial y en el de los Ministros hormigueaban los hombres públicos, y entre uno y otro departamento cruzábanse mensajes, recados y comisiones portadores de recetas y formulillas emolientes. Parte de la tropa requerida por Martos se agazapaba en el sótano, y otra parte permanecía en la calle, dispuestas a sostener lo que don Basilio llamaba el fanatismo del yo.
A media tarde oí decir que a don Cristino no se le cocía la torta de la dictadura. Una cosa era predicar, como él lo hacía, con soberbio estilo, y otra dar la cara a los hechos con bravura y agallas. No adelantó nada con llenar de tropas los Ministerios de Gobernación y Hacienda; sus propios amigos, viendo que el Presidente de la Asamblea quería conducir-