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Pag. 11.De la humana figura cualquier parte.

III. Es evidente que el Pintor ha de imitar la Naturaleza hermosa, escogiendo siempre lo mejor de ella; y que esto es puntualmente lo que se halla en las Estatuas antiguas: pero es menester al mismo tiempo, que se halle verdad en las obras, porque de otro modo nunca agradarán. No se debe copiar el Natural con aquellos defeƈtos de que comunmente vémos abunda la mayor parte de los hombres, tanto en las facciones del rostro, como en el talle y miembros, porque esto sería únicamente ocuparse en imitar los vicios de la Naturaleza; pero tampoco debe dar el Pintor á todas las figuras de un asunto histórico aquella belleza ideál en sus formas, que inventaron los antiguos para representar sus Deydades. Eneste caso es menester dibujar cada figura de modo, que los lineamientos de su rostro, y la proporcion de su cuerpo den á entender el caráƈter y la complexion que en ella se finge. Así lo vemos observado superiormente en los quadros de Rafaél, y en los de Velazquez, y otros muchos Españoles, los quales como estudiaron tanto el natural, supieron pintar las figuras sin defeƈtos notables, y tan naturales, que engañan la vista. Esta es la variedad que aconseja Vinci en la Seccion XCIV de su Tratado de la Pintura.

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