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Ulises se entristece y derrama lágrimas al oirle cantar á Demódoco la toma de Troya


CANTO VIII
PRESENTACIÓN DE ULISES Á LOS FEACIOS


1 Al punto que se descubrió la hija de la mañana, la Aurora de rosáceos dedos, levantáronse de la cama la sacra potestad de Alcínoo y Ulises, el de jovial linaje, asolador de ciudades. La sacra potestad de Alcínoo se puso al frente de los demás, y juntos se encaminaron al ágora, que los feacios habían construído cerca de las naves. Tan luego como llegaron, sentáronse en unas piedras pulidas, los unos al lado de los otros; mientras Palas Minerva, transfigurada en heraldo del prudente Alcínoo, recorría la ciudad y pensaba en la vuelta del magnánimo Ulises á su patria. Y la diosa, allegándose á cada varón, dirigíales estas palabras:

11 «¡Ea, caudillos y príncipes de los feacios! Id al ágora para que oigáis hablar del forastero que no ha mucho llegó á la casa del prudente Alcínoo, después de ir errante por el ponto, y es un varón que se asemeja por su cuerpo á los inmortales.»

15 Diciendo así, movíales el corazón y el ánimo. El ágora y los asientos llenáronse bien presto de varones que se iban juntando, y eran en gran número los que contemplaban con admiración al pru-