Página:La Isla del Tesoro - Caballero 1901.djvu/88

Esta página ha sido corregida
77
LA TABERNA DE “EL VIGÍA.”

parte, de la marinería del puerto y hablaban en voz tan alta que, al llegar, no pude menos que detenerme á la puerta, vacilante y casi atemorizado de entrar.

Estaba yo en espera del patrón, cuando un hombre salió de un cuarto de al lado del salón, y á la primera ojeada tuve la seguridad de que aquel no era otro que John Silver. Su pierna izquierda había sido amputada desde la cadera, y bajo el brazo izquierdo se apoyaba en una muleta que manejaba con la más increíble destreza, saltando sobre ella con la agilidad de un pájaro. Era muy alto y fuerte, con una cara tan grande como un jamón, rasurada y pálida, pero inteligente y risueña. No cabía duda en que estaba, á la sazón, del mejor humor del mundo, silbando alegremente mientras pasaba por entre las mesas, y soltando, á cada paso, una broma graciosa ó dando una palmadilla familiar sobre el hombro á cada uno de sus parroquianos favoritos.

Ahora bien, si he de decir la verdad, confesaré que, desde la primera mención que el Caballero hacía en su carta, de John Silver, comencé á temer interiormente que este no fuese otro que el “marinero de una sola pierna” por cuya temida aparición vigilé tanto tiempo en el “Almirante Benbow.” Pero me bastó la primera ojeada que eché sobre él para desvanecer mis temores. Yo había visto bien al Capitán, y á Black Dog, y al ciego Pew y creí que ya con eso me bastaba para saber lo que era ó debía ser un filibustero, es decir una criatura, según yo, bien distinta de aquel aseado, sonriente y bien humorado amo de casa.

Todo mi valor me vino inmediatamente; pasé el vestíbulo y me dirijí sin rodeos al hombre aquel, en el