TExTo.— Revista general, por el Marqués de Valle-Alegre.— Nuestros grabados, por D. Eusebio Martinez de Velasco. — Critica literaria : «El Escándalo, por D. Pedro Antonio de Alarcon », por D. Manuel de la Revilla.—Aguas y baños minerales de Galicia, por D. Modesto Fernandez y Gonzalez.—Azulejos recien hallados en Barcelona, por D. José Puiggar. —El meridigo, poesia, por D. J. A. Calcaño, individuo correspondiente de la Academia Española. — El Dr. D. Juan de Dios de la Rada y Delgado, nuevo académico de la Historia, por D. Manuel de Góngora.-El Teatro del Principe ó Español (apuntes y consideraciones), por D.Luis Alfonso.—Libros presentados en esta Redaccion por autores ó editores, por V.—Anuncio".
GRABADOS.—Ejército del Norte: Carga heroica de 98 lanceros del Rey, al mando del coronel Contreras, en la accion del Condado de Treviño, el 7 del actual. — Bellas Artes: Noche de rerano, composicion y dibujo de don J. Riudavets. — Charlestown : Monumento conmemorativo de la batalla de Bunker Hill, que aseguró la independencia de la América del Norte.Turistas visitando el aposento superior del monumento de Bunker Hill. —Viena: Inauguracion del nuevo lecho del Danubio, en presencia del Emperador de Austria.— Inundaciones en el Mediodia de Francia. Toulouse : Soldados de la guarnicion salvando personas y efectos en los barrios inundados. (Cróquis tomado en la plaza de Charey do.) - Episodios de la inundacion en Toulouse y Tarbes (Ocho grabados. — Retra o del Dr. D. Juan de Dios de la Rada y Delgado, nuevo académico de la Historia. — Barcelona: Azulejos recien hallados en las ruinas de la ciudadela y en las Casas Consistoriales.- Retrato del Dr. D. José Romagosa y de la Fuente, catedrático de Medicina legal y Toxicologia en la Universidad de Valencia. — Tipos y costumbres de Castilla: El « Benedicite o del abuelo ó La Bend cion de la mesa , dibujo de V. Becquer.— Paloma mensajera belga, propiedad de D. Nilo Maria Fabra.- Aparatos para la fabricacion de bebidas gaseosas.
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SUMARIO.
El estío y los periodistas.— Muerte del Emperador Fernando de Austria.—Sus funerales.— Los tres Príncipes herederos. —Alianzas. — Viajes de soberanos. — La Emperatriz Eugenia. — El Conde de Chambord.—Por qué va á Marienbad.— La disolucion de la Asamblea francesa. — Los partidos y los grupos.—Triste espectáculo.—Otro más consolador — Nuestras últimas victorias.—El regimiento del Rey y el coronel Contreras.— El Rey Alfonso y su viaje á Santander.
Nos hallamos en el período de alto, de tregua, de reposo para la política: estamos á mitad del mes de Julio, época en que los Soberanos, las Cámaras, los Cuerpos consultivos, los Ministros, los tribunales, los diplomáticos, toman vacaciones, más ó ménos largas.
Sólo el escritor, sólo el periodista, no tiene descanso; en la brecha ha de encontrarse constantemente, sosteniendo sus ideas y sus principios; consignando los sucesos de que es teatro la Europa, ó mejor dicho, el mundo; cumpliendo hasta el fin su difícil, aunque á veces gloriosa mision.
El trabaja, miéntras los demas huelgan; él vela, miéntras otros duermen; él combate, en tanto que seres más felices se divierten y gozan.
En Julio como en Enero ha de examinar, ha de describir, ha de narrar cuanto acontece; en Enero como en Julio ha de dedicarse á fabricar esa verdadera tela de Penélope, que no se acaba nunca; á echar agua en ese tonel de la Danaides, que no se llena jamas; á esa tarea improba y terrible, que tiene por único premio, aunque no siempre, la celebridad.
Resignémonos, pues, á nuestro destino; y en estos dias en que el calor brinda á establecerse á la orilla del mar, á recorrer las frescas cumbres del Pirineo ó los elevados picos de la Suiza, volvamos la vista á las diferentes naciones y demos cuenta de lo que en ellas ocurre.
En Austria ha muerto el Emperador Fernando, tio del actual y su inmediato antecesor.
La fiera borrasca de 1848 le halló sentado en su trono, en medio de una familia amante y de un pueblo fiel; pero al mirar desencadenado el huracan revolucionario en Europa; al ver desprenderse ó vacilar las coronas de la frente de otros soberanos, á Fernando le faltó el ánimo para tratar de defender la suya, y la abdicó en favor de su hermano, quien á su vez la cedió á su hijo Francisco José.
Este ha sido tambien el heredero de la considerable fortuna particular de su tio, que asciende á 300 millones de francos, o sea próximamente 1.200 millones de reales.
El Emperador Fernando no fué un gran Príncipe; pero sí un hombre leal y honrado. De modo que si su nombre no ocupa en la historia puesto muy insigne, su memoria es grata y respetable entre sus contemporáneos.
Los funerales de S. M. I. se han celebrado en Viena con pompa y esplendor: en torno del féretro se han reunido los Príncipes herederos de Rusia, Prusia é Italia, enviados por sus padres respectivos, no sólo á rendir homenaje á las virtudes privadas y á la alta posicion del finado, sino á dar testimonio público de la union que existe entre las cuatro familias reinantes.
El Fremdenblatt, periódico ministerial, hace constar que no meramente las leyes de la etiqueta, ni las obligaciones impuestas por el ceremonial internacional han llevado á los tres principes á Viena; pero que se haria mal en prestar á su presencia simultánea en aquella capital el carácter de una demostracion de alta importancia politica con determinado designio.
En concepto del Fremden blatt, la reunion en Viena del Principe Humberto, que tiempo atras desenvainó su espada contra el Austria; del Principe Federico, general en la guerra de 1866, y del Czarewitz, nieto del Czar á quien hirió mortalmente la ingratitud del imperio austro-húngaro, significa pura y simplemente que el pacto amistoso, «por el cual se hallan ligadas las tres grandes potencias del continente, y que comprende como cuarto aliado á Victor Manuel, para bien de Italia y para tranquilidad de la Europa, subsiste en el duelo como en la prosperidad. »
Parece seguro que el emperador Guillermo devolverá este mismo verano su visita al Rey de Italia. La Correspondencia provincial, que, segun se sabe, es órgano de la cancillería alemana, lo anuncia en términos positivos. La entrevista se verificará á fines de Setiembre.
Aquel diario aprovecha la oportunidad para hacer resaltar tambien la significacion que imprime á la alianza de los tres imperios del Norte la presencia simultánea en Viena de los tres Principes herederos, de que acabamos de tratar. La Norddeustsche Allgemeine Zeitung publica igualmente un articulo en el propio sentido.
Insistimos tanto en el particular, porque la cuestion de las alianzas es la que ocupa casi de un modo exclusivo en estos momentos la atencion del mundo diplomático, y tiene el privilegio de fijar las miradas de cuantos procuran adivinar los misterios y enigmas del porvenir.
Añadamos, para terminar el capítulo de viajes y villegiature de principes, que la emperatriz Eugenia ha abandonado el retiro de Chislehurst, dirigiéndose á su palacio de Arenemberg, en Suiza, donde sólo debe detenerse 48 horas.
Desde allí irá á tomar las aguas de Baden ó de Rangatz.
El Príncipe imperial permanecerá un mes todavía en Lóndres, prestando servicio en el regimiento de artillería á que se halla agregado. Más tarde, el 9 de Agosto, marchará á reunirse á su augusta madre.
Miéntras tanto el Conde de Chambord acaba de llegar á los baños de Marienbad, en Bohemia.
Marienbad es un célebre establecimiento termal que posee diferentes manantiales empleados con mucho éxito contra las enfermedades de los intestinos, del higado y del estómago.
El Conde de Chambord no padece ninguna de ellas, y va á Marienbad con el único objeto de adelgazar. Las aguas de Marienbad, segun los textos más autorizados, son, de cuantas se conocen, las que obran de un modo más eficaz y directo contra la obesidad, y nadie ignora que el nieto de Cárlos X ha engruesado mucho durante los últimos años.
¿Se disolverá, ó no se disolverá? ¿Celebrará una nueva legislatura, ó será la última la actual?
Hé ahi lo que todos se preguntan en Francia al ver á la Asamblea luchar entre el deseo de bien morir y el de prolongar su azarosa y agitada existencia.
Los diferentes grupos que la constituyen —y á los que no es posible llamar ya partidos, visto el número exiguo de las personas que los forman—los diferentes grupos, deciamos, abrigan, acarician sucesivamente el pensamiento de decretar más tarde ó más temprano la disolucion, pero siempre dentro del presente año.
La izquierda es, empero, la que tiene vivísimo interes en ello, para que las nuevas elecciones se hagan hasta cierto punto bajo su influjo.
La mayoria del 25 de Febrero, producto híbrido de una coalicion nefanda, se halla á punto de descomponerse, y si tal sucediera, ¿qué sería de la flamante, de la mal cimentada república?
Por lo tanto es menester apresurarse; es menester, ántes de que la opinion falseada recobre su predominio, obtener el triunfo en los comicios, merced tambien á la eleccion por provincias sustituida á la por distritos.
Ahi, segun hemos expresado en otras ocasiones, ahí está la dificultad; ahí el gérmen de la total descomposicion de esa mayoría tan artística y laboriosamente formada; ahí el natural origen de la nueva evolucion que aparece muy próxima.
Los grupos de la Asamblea adoptan cada cual una posicion diferente: el grupo Lavergne no quiere lo que el grupo Clercq; el grupo de l'appel au peuple piensa de diverso modo que el de Fourtou; el centro derecho tiene distinto punto de vista y distintos intereses que el centro izquierdo. Así la Cámara ofrece la imágen del cáos, y es una verdadera torre de Babel. Nadie se entiende, ni nadie quiere entenderse; todos sacrifican sus principios en aras de su conveniencia; todos dicen una cosa y hacen otra enteramente contraria.
Para que no se crea que exageramos, léanse los periódicos de París llenos de las más opuestas noticias; citemos algunas en apoyo de nuestras palabras:
«Las mesas de las izquierdas, dice La Republique française, se reunieron ayer. MM. Laboulaye, Julio Ferry y Laurent-Pichat dieron cuenta de las negociaciones entabladas con los grupos (sic) de la derecha.
» Las izquierdas han declarado indispensable que la Asamblea se pronuncie sobre su disolucion, decidiendo que se presente una proposicion en este sentido, despues de votada la ley sobre los poderes publicos. »
Véanse ahora otros párrafos de La Liberté, verdadera antitesis de los anteriores:
«El grupo presidido por Mr. Leoncio de Lavergne se reunió ayer en Versalles.
» Despues de escuchar diversos discursos, tomó la resolucion siguiente: »
La reunion cree que en la actualidad le es imposible adoptar partido alguno acerca de la época de la disolucion, y opina se aguarde al voto de las leyes constitucionales y de la electoral para ocuparse en dicho asunto.»
Pero si semejante espectáculo es triste, aflictivo, doloroso, el que presenta la Francia en presencia de las grandes calamidades que han devastado algunas de sus más fértiles comarcas, no puede ser más consolador.
Terribles y nunca vistas inundaciones han producido innumerables desgracias, inmensas pérdidas en varios departamentos ó provincias del antiguo reino,——de la presente República.
A la primera noticia, el Gobierno se presenta á la Cámara y solicita auxilios para los distritos inundados: la Asamblea no sólo los otorga en el acto, sino que los multiplica.
El Ministerio habia pedido 100.000 francos: los legisladores conceden dos millones.
Casi en el acto salen para Tolosa, para los Pirineos, para el teatro de los desastres el Mariscal Mac-Mahon, Mr. Buffet y otros altos funcionarios, que van á distribuir socorros, á remediar en lo posible los males causados, á reanimar el espiritu de las poblaciones, á consolar á los infelices con hechos y con palabras.
Miéntras, la Duquesa de Magenta abre una suscricion en el palacio Presidencial; los periódicos imitan y secundan tan noble ejemplo; los empresarios de teatros dan brillantes funciones á beneficio de los inundados; en los sitios públicos se colocan troncos ó cepillos para recoger los donativos de la caridad publica, y en pocos dias se reune una respetable cantidad:—30 ó 32 millones de reales.
Ante ese noble alarde de conmiseracion y generosidad; ante el cuadro de la riqueza acudiendo en auxilio del infortunio; de la pobreza volando al socorro de la miseria, es imposible dejar de sentirse profundamente conmovido, ni de admirar al pueblo que en medio de sus faltas y de sus errores conserva todavía algunas de las eminentes cualidades que un dia le conquistaron tan glorioso y envidiable nombre entre las naciones civilizadas.
Tambien nosotros podemos hoy, en medio de nuestras largas desventuras, dar noticias lisonjeras y satisfactorias: tambien podemos, si no referir actos de desprendimiento y filantropía, consignar hazañas dignas de los tiempos heroicos.
En la última Revista indicamos ligeramente los triunfos obtenidos por los ejércitos del Centro y del Norte; la toma de Cantavieja; la fuga de Dorregaray hácia el Pirineo; el movimiento del general Quesada con direccion á Vitoria; los primeros combates librados allí.
Las cercanías de Nanclares han sido teatro de una reñida, de una encarnizada batalla, sostenida por la division del general Tello, con una pericia, con un valor imponderables.
Entre los hechos prodigiosos de aquella brillante funcion de guerra, debemos citar la carga dada por 87 caballos del regimiento del Rey, mandados por su bravo coronel D. Juan Contreras, y que decidió el éxito de la accion.
Veintiuno de aquellos 87 valientes quedaron muertos ó heridos en el campo, y el Gobierno se ha apresurado á premiarles concediendo el empleo de brigadier al denodado jefe, y otorgando ascensos y áun recompensas metálicas á los que más se han distinguido, aunque se hayan distínguido todos.
Dorregaray continúa todavía sin poder encontrar seguro refugio, y las tropas que le persiguen han dado alcance á parte de sus divisiones. Quizás ántes de que se publique este número sabrémos cuál es la definitiva suerte de los valencianos y aragoneses, arrojados desde sus guaridas hasta las cumbres pirenáicas.
Dijimos dias anteriores que no habrá jornada régia á la Granja, y lo mismo tornamos á repetir ahora, á pesar de los rumores contrarios esparcidos por la prensa recientemente.
Insistimos, pues, en asegurar que nuestro jóven Monarca no quiere separarse del Gobierno ni abandonar su córte.
Si accediese, empero, á los ruegos de sus Ministros, tomaria en el mes de Agosto los baños de mar en el puerto de Santander, y despues visitaria las ciudades de San Sebastian y Bilbao, presentándose otra vez al ejército para felicitarle por su ardimiento, por su pu-
