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Estaba maquinando nuevos males
Contra todos los Teucros y los Griegos
Con sus truenos terribles, de tal modo
Que un pálido temor los yela y pasma.
Todos, pues, derramaban en la tierra
El vino de las copas, y ninguno
A beber se atrevia antes que hiciese
Libaciones al hijo de Saturno.
Finalmente, al reposo se entregaron,
Y el dón del dulce sueño disfrutaron.