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La Eneida.

LIBRO VII.


Tú tambien les darás un nombre eterno,
¡O Gaeta! de Eneas la nodriza,
A las riberas nuestras con tu muerte;
El lugar dó reposan tus cenizas
Rendirá su homenage á este precioso
Depósito ; y si acaso es adquirida
Esta gloria á tu nombre, tu sepulcro
Dará á la grande Hesperia inmortal vida.

Despues que cumplió Eneas los deberes
Fúnebres, que la piedad le prescribia;
Despues que levantase la eminencia
Del sepulcro, al ver la mar tranquila,
Se hace á la vela y abandona el puerto:
Cuando la noche llega, un viento envia
Fresco y blando, y el disco de la luna
Ofrece al navegante luz propicia,