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« Argos, Thesalia y los vencidos Griegos
« A la sangre de Assáraco sumisos.
« Y tú, Cesar tambien, hijo del cielo,
« Que tu gloria cubriendo el orbe todo,
« Honre tu nombre el religioso incienso,
« Y en mi palacio habites victorioso.
« Y la Fé y Vesta con Quirino y Remo,
« Leyes darán al mundo en fuerte brazo,
« Y de Belona el ominoso templo
« Cerrado para siempre, el Furor brame
« Atado por la espalda en bronce y fierro,
« Sentado encima de sangrientas armas,
« Ni al orbe asuste con su voz de trueno.»
Del Olimpo al instante su hijo envia;
== «Tú, Mercurio, le dice, en presto vuelo
« Parte, y harás que la fermosa reina
« Abra su corazon hácia los Teucros.»
El Dios párte y su vuelo el aire hiende
Y mira al punto abrasador desierto,
Y sumisa á su voz, la Ciudad toda
Su aspereza depone, viendo luego
Que ardiente anhela por la paz tranquila.
Mas el piadoso gefe el pensamiento
Ocupado tenia; ante la aurora
Explora las riberas con intento;
Sale y registra si los nuevos climas
Pertenecen al hombre, ó son desiertos
Que los habitan las feroces bestias,
Para informar despues á los viageros.
Mas ante todo, sus bajeles puso
Al abrigo de un bosque muy espeso,
Bajo una roca, que cavada fuera