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LA ENEIDA

Eneas les dice: "; Jóvenes! vuestras recompensas están seguras. Nadie trastorne el orden de los premios; que me sea permitido compadecer la desgracia de un amigo inculpable". Ilabló así y dá á Salio la grande piel de un leon de la Getulia con uñas de oro, pesada por su melena. Entonces Niso le dice. "Si tales premios se dan á los vencidos y si asi te apiadas de los que han sucumbido que digna recompensa darás á Niso, pues á mi mérito correspondia la primera corona, si la adversa fortuna que traicion) á Salio no me la arrebatara!" Y al decir estas palabras mostraba su rostro y todo su cuerpo sucio con el ensangrentado barro. El buco padre Encas se sonrió á su vista, y manda traer un escudo, obra de Didimaon, desclavado por los griegos de las puertas de un templo de Neptuno, y premia al gallardo joven con este raro presente.

Despues que hubo concluido el juego de la carrera y distribuido los premios. “Ahora, dice, si hay alguno que sienta en su pecho coraje y resolucion, salga y levante sus brazos ceñidos ya los cestos en sus manos." Dijo así, y para este certámen propone dos premios. Para el vencedor un novillo de durados cuernos y cubierto de cintas. El vencido tendrá para su consuelo una espada y un insigne yelmo.

Lijero se levanta Dares, mostrando sus potentes fuerzas entre el gran aplauso de los espectadores. Este era el único que acostumbraba combatir contra Páris,