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INDICE


El huerto de las Hespérides.—Tarragona. Las bocas del Ebro. Las Columbretes. Valencia y Montgó. La cuchillada de Roldán. El Muley-Hacen. El héroe desembarca, y Gerión, para deshacerse de él, háblale de la reina Hesperis y del retoño del naranjo que es fuerza le presente quien la pretenda por esposa. Descripción de la Atlántida. El huerto de las naranjas de oro. Hércules, después de dar muerte al dragón que custodia el naranjo, alcanza su rama cimera. Las siete hermanas recuerdan llorando que, al morir Atlas, dióles, como signo de las postrimerías de su patria, la muerte del dragón. Recuerdo de la triunfal expedición de los Atlantes al Oriente. Su rota. Fatales auspicios de las Hespérides.
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Los Atlantes.—Júntanse en el templo de Neptuno. Arenga del caudillo. Sus malos augurios. Pregunta á los que vienen de remotos países qué nuevas traen á la asamblea. Uno, que llega de las comarcas de Poniente, responde que un brazo de mar las ha medio anegado. Otro, recién venido de Tule, deduce fatal pronóstico de las auroras boreales. Entra súbito un Titán, que llega por la via del Sur, y, tembloroso aún, refiere haberse escapado de una espada de fuego que abrasó á sus compañeros. Perciben á la sazón que un terremoto conmueve el templo, á la par que un rayo decapita la estatua triunfal de Neptuno. Oyen el clamor de las Hespérides, y, convirtiendo en armas los árboles y las columnas del atrio, embisten á Hércules. Gran combate.
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Gibraltar abierto.—Impelido el héreo por fuerza sobre humana, vuelve las espaldas á sus enemigos. Planta cerca de Gades el tallo del naranjo. Sube al Calpe, monte que, cabecera de la Atlántida, unía Africa con Europa. Al partirlo con su clava, advierte que el Exterminador es quien gobierna su brazo. El Angel, airado, le muestra el combate de los elementos contra la gran víctima. Su grito de venganza. En el fondo de los altos cielos, el Omnipotente condena á la Atlántida á ser borrada del mundo, y á éste, desmenuzado en continentes. Hércules penetra, junto con el mar, en la tierra condenada.
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