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VII—CORO DE ISLAS GRIEGAS

resonaban en las fraguas del Etna; en su pavorosa é infernal chimenea veíase un surtidor de llamas y de humo; y por montañas y valles la tierra agonizante derramaba á borbotones el fuego de sus entrañas.


Horrísono retumbaba por Ocaso el estrépito, el torbellino y el clamoreo, cual de un continente que se cuartea con sus ciudades, sus tronos y sus glorias.


Aun en lontanaza truena y relampaguea; de antiguo avezada estoy á tales estruendos y fulgores, mas á su seno ya Italia no me enlaza; pues, para griega ser, al verla dormitar en las tinieblas, he desprendido de ella mi brazo de amiga.



LESBOS


Mientras entre Lemnos y Chío me entregaba anoche á deleitoso sueño (quizá, aletargada, aun soñándolo