pueblo ateniense una mujer que osaba disputar á los hombres el laurel concedido á los privilegiados de las musas, que revelaba al público sus intimos sentimientos con esa ternura y esa libre ingenuidad de las mujeres eólicas... una mujer tal, era para los atenienses una desvergonzada sin costumbres, y como tal la ofrecieron sus escritores cómicos en la escena[1]. Y ¿cómo hemos de maravillarnos de esta grave injusticia de la sociedad antigua, si después de numerosos siglos, y de haber proclamado la religión y el derecho la dignidad augusta de la compañera del hombre, si después de haber sido obsequiada en los ponderados tiempos caballerescos con un culto exageradamente idolatrico y proclamada reina en las lides del amor y de la poesía, todavía en nuestras educadas sociedades, las mujeres superiores en cuya frente arde con calor la divina llama del genio, si quieren seguir el rumbo que les traza la estrella polar
- ↑ Véase Otfried Müller... Geschichte der griechischen Literatur, -y el Suplemento del traductor francés HILLEBRAND, Sur les poetes lyriques et sur la Musique, t. III, p. 296.-Fr. G. WELCKER, Sappho von einem herrschenden Vorurtheil befreyt. GoTTINGEN, 1816.