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LA APOLOGÍA

qué? Porque le hice notar que no estaba bien que él, honrado por la ciudad con los más elevados cargos, rebajara á su hijo hasta el oficio de curtidor... ¡El insensato! ¡No conoce que entre él y yo el triunfo será siempre de aquel que en todo tiempo haya ejecutado las cosas más útiles y bellas!... Pero Homero concede á algunos de los que están para morir el don de penetrar en lo lo venidero[1], y os voy á pronunciar un vaticinio; he tratado un poco de tiempo al hijo de Anito, y no me parece un espíritu desprovisto de energía: pues os anuncio que no ha de permanecer en el oficio servil á que el padre le ha consagrado; falto de un honrado guia que le conduzca, sucumbira à una pasión vergonzosa; y ya en adelante continuará progresando en el camino de la depravación.

Los hechos correspondieron a la profecía: el mancebo se entregó al vicio del vino, y ébrio á todas horas, concluyó por hacerse un hom-


  1. Alusión dos pasajes de La Iliada: el uno v. 856 del canto XVI, cuando Patroclo moribundo anuncia á Héctor que él á su vez ha de morir á los golpes de Aquiles; y el otro, canto XXII, v. 358, cuando Héctor anuncia en iguales circunstancias á Aquiles que morirá herido por Páris.