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DE SÓCRATES

dioses y diosas, sacrificar á nuevas divinidades? En mis juramentos, en mis discursos, me veis invocar otros dioses que los vuestros? Y por lo que hace á la juventud, ¿cómo yo he de pervertirla, cuando la acostumbro a la paciencia y á la frugalidad? Ninguno de esos crimenes contra los que la ley pronuncia la muerte: el sacrilegio, la perforación de muros, la venta de hombres libres, la entrega de la patria, [1] ninguno de esos delitos me ha sido imputado por mis contrarios. Por lo que me parece muy digno de extrañeza que vosotros hayais podido encontrar en mi causa acción alguna que merezca la muerte. Mas yo no me creo por eso menos digno de estimación, pues muero inocente. No es el oprobio para mí, sino para los que me condenan. Por otro lado, me sirve de consuelo el destino de Palamedes,


  1. El sacrilegio, la perforación de muros, la venta de hombres... Sobre el primer delito, véase á Platon, ley 8; la toichorychia ó perforación de muros podríamos en nuestras clasificaciones jurídicas comprenderla en robo con fractura; la andrapódisis, llamada por los romanos PLex Flavia Pprar, vender o tener por esclavo al hombre libre; del que persuade al esclavo ageno á que huya de la casa de su señor. Sobre este delito, véase á Ulpiano en el Digesto.