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DE SÓCRATES

pueden enaltecer á los grandes hombres. Supo este filósofo eminente concertar hermosamente la ciencia y la vida, reuniendo conjuntamente un corazón puro y un alma elevada, siendo en todo linaje de virtudes modelo acabadísimo. Fué, en efecto, grande como hombre, como filósofo y hasta como militar y como político. Como hijo de la Grecia un dechado perfecto de ciudadanos, pues siempre estuvo dispuesto a todo sacrificio en aras de la Patria; como filósofo y como hombre el ilustre Sócrates no fué ya una gloria exclusiva de la Grecia, sino una de las más puras glorias de la humanidad: de tal manera fué ejemplar é inmaculada su conducta y tan grandiosas y admirables fueron sus máximas y doctrinas.

Este varón insigne inició en la Grecia, durante la guerra civil del Peloponeso, uno de los más fecundos renacimientos filosóficos, uno de los más poderosos movimientos del espíritu humano, comparable y semejante al que cuatro siglos despues originó la aparición del cristianismo, y en la alborada de los tiempos modernos la semilla arrojada en el campo de la filosofía por Bacon y Descartes.

No entra en nuestro propósito el escribir una completa biografía del filósofo griego, ni