En la penumbra de elevado monte,
Que ya del sol los resplandores bañan,
En el césped mullido, imberbe jóven
En indolente posición descansa.
Tiene en sus manos sonorosa lira
A la que notas de placer arranca,
Imitando el concierto de las aves
Que el bosque pueblan y la humbria cercana.
Canta despues, y en voladora estrofa
Todos sus sueños deposita el alma,
Y es su voz dulce como el dulce arrullo
Conque á las aves enamora el aura.
"Madre de amor, escúchame; tú eres
"El solo cielo de la vida, tú hallas
"Belleza solo en la bondad divina,
"Y en el santuario del amor tributas
"Férvido culto á la virtud; tú al lábio
"La copa acercas del divino néctar
"Que las pasiones mundanales mata;
"Tú, del amor en los ardientes brazos
"Hasta la suma perfección nos llevas;
"Tú el mundo ensanchas, y en ignotos cielos
"De ilimitada estensidad, la mente
"Arrojas para que halle el insondable
"Arcano del misterio. ¿Quién iguala
"Tu omnimodo poder? ¿No eres acaso