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DE LOS INSECTOS

matrimonio, la madre es el ministro del interior; el padre, el del exterior. Así se explica su invariable situación en la habitación tubular. El porvenir nos dirá si estas previsiones interpretan bien las realidades.

Por el momento, examinemos detenidamente, con las facilidades que sé ofrecen en casa, el terrón central, de adquisición tan penosa. Contiene una conserva alimenticia en forma de salchicha, casi de la longitud y espesor de un dedo. Se compone de una materia sombría, compacta, estratificada por capas, en la que se reconocen las píldoras de la oveja, reducidas a miguitas. A veces, la pasta es fina, casi homogénea, de un extremo a otro del cilindro; más frecuentemente, la pieza es una especie de turrón de almendras, en el que se ven gruesos despojos hincados en un cemento de amalgama. La panadera varía aparentemente la confección, más o menos cuidadosa de su pastel, según el tiempo de que dispone.

La cosa se moldea perfectamente en el fondo de la madriguera, donde la pared es más lisa y está mejor trabajada que el resto del pozo. Con la punta del cortaplumas logro desnudarla fácilmente de la tierra que la rodea, la cual se desprende a manera de corteza. De este modo obtengo el cilindro alimenticio limpio de toda mancha terrosa.

Hecho esto, informémonos del huevo, puesto que este pastel se ha hecho seguramente para la larva. Guiado por lo que en otro tiempo me habían enseñado los Geotrupes, que alojan el huevo en el cabo inferior de su morcilla, en un nicho especial, dispuesto en el seno mismo de los víveres, esperaba encontrar el del Minotaurus—su próximo pariente—en una cámara natal, en la parte