FELIZA 419
Pocos instantes despues la bella Feliza moría, pronunciando con el último aliento el nombre de Samuel. :
Aquella noche, cuando los médicos dieron el lúgubre fallo, Marieta, pálida y silenciosa, vino á prosternarse á los pies de la moribunda, besólos con doloroso fervor, y levantán.ose, salió del cuarto y de la quinta.
Horas despues, las aguas del Plata arrojaban su cadaver en la ribera.
Al siguiente dia Enrique y Feliza, el matador y la víctima dormian juntos el sueño eterno bajo la misrna tierra, ese lecho nupcial que el desventurado Ocampo diera á su fatal amor.
Así bajó á la tumba tan inocente y digna creatura. El oro. la belleza, los halagos del mundo que tributaba culto á su piedad y homenajes á su hermosura, fueron débil valla opuesta á los designios de la Providencia.
Bella, rica y amada, necesitaba caer pura, envuelta en los cendales luminosos de su castidad coronando su vida por el martirio, para decir despues de su muerte—fué tambien santa!
La morada de Feliza, antes tan alegre y visitada, quedó desierta y silenciosa. Los huéspedes que la frecuentaban, y pasaran en ella tan dulces