146 PANORAMAS DE LA VIDA
hallas en buena salud, lozana y bellísima. Mas, como el doctor Macedo teme todavia, y tu padre es de su opinion, tu mamá y yo hemos organizado este rapto que debe llevarse á efecto ahora mismo, si tú quieres.
—Pués no he de querer, si estoy harta de tedio?
—Y bien, todo está listo. . una pequeña dificultad, que salgas de aquí sin ser vista de las hermanas y de la muger del mayordomo.
Llamaban así delante de ella á la señora Retamoso.
—Dios mio! qué hacer entonces?
—Previéndolo todo, traje conmigo una beatita que me acompañó hasta esta puerta y que dejándome su manto y su rosario, se deslizó por un portillo de la huerta y se queda escondida en la chacra vecina. ¿Quieres endosar estas prendas?
—Que me place—esclamó la chica apoderándose de la manta, cubriéndose con ella el rostro y enredando entre los dedos el rosario: estoy bien disfrazada así? Partamos.
. Solo que hay
—Un poco mas caido ese capúz: así sobre los ojos. Poco importa que no veas: aquí está mí brazo para guiarte.
Y apoderándome del suyo, atravesamos el huerto