BELZU 105 parasi? La conviccion, quizás, de que aun no habia llegado su hora.
La verdad es que él empleó toda su influencia para sostener á Velazco en el poder, hasta que las intrigas de los partidos lograron separar á estos dos hombres, que, unidos, tanto bien habian hecho á Bolivia.
Impresionado por las sugestiones de Olañeta, hombre superior, ambicioso, éinteresado en desquiciar el nuevo órden de cosas, Velazco empezó á desconfiar de Belzu, y muy luego la enemistad se declaró entre ellos.
Un dia, con la exentricidad caballeresca genial en él, Belzu se declara desligado de sus compromisos con el gobierno, renuncia la cartera de la guerra, que servía, y dejando la capital sin anunciarlo á Velazco; marchó al norte, donde unido á varios cuerpos del ejército, proclamó la revolucion que aceptaron, Oruro, Cochabamba y la Paz.
Muy luego, y despues de un combate con el resto de las fuerzas que le quedaban al gobierno, Belzu invocado por los pueblos, ascendía al poder.
La narradora rehusa seguirlo en aquel elevado puesto en que la esposa rehusó acompañarlo tambien.
Pero, llegado á esas cimas vertiginosas de la vida, Belzu no se deslumbró. Guardó siempre su rectitud incontrastable, su amor ála verdad, y una generosidad