46 PANORAMAS DB LA VIDA
Miré en torno, y tuve miedo, por que la playa estaba desierta, y enla tarde había visto no léjos de allí un hombre que oculto tras un peñasco espiaba las ventanas de una casa; y ¿aunque la persiana de una de ellas se alzara de vez en cuando con cierto aire de misterio que trascendía á amores, de una legua, podía aquello ser tambien la telegrafía de dos ladrones.
ví Un drama íntimo
A este pensamiento, un miedo pueril se apoderó de mí, alcéme presurosa y me dirijí al pueblo, mirando hácia atrás con terror.
De pronto, mi pié chocó con un objeto que rodó, produciendo un ruido metálico. Recojílo, y ví que era una carterita de rusia cerrada con un broche de acero. Parecióme vacía; pero al abrirla, mis dedos palparon un papel finísimo, plegado en cuatro y fuértemente impregnado de verbena . .
Aquí, Laura, interrumpiéndose de súbito, alzó la cabeza de la almohada, y se puso á mirarme con aire compungido.
—A qué vienen esos aspavientos? Ya se que lo leiste, incorregible curiosa.
—i¡Ah! tomas así mi delito? Pues sí, lo leí; lo leí,