Página:JM Gorriti Panoramas de la vida 1.djvu/436

Esta página no ha sido corregida

436 PANORAMAS DE LA VIDA

cruzó su mente. Sin embargo dominando su terror tendió una mirada en torno.

En un recodo formado por una barranca y un grupo de algarrobos alzábase el brocal y los pilares en cal y canto de uno de esos pozos artesianos que tanto abundan en las cercanías de la ciudad. Un caballo magnífico, negro como el ébano estaba atado por la brida á uno de los pilares del pozo, y piafaba impaciente hollando la tierra cubierta en ese parage de menuda yerba.

—Ahí está Tenebroso—añadió Rafa—ensillado y listo espera á su ginete que demasiado ha tardado ya.

Y la mulata se alejó.

XIII

El sacrificio

—Hé aquí todo propicio para la fuga, dijo Aurelia volviéndose á su compañero, que la estaba contemplando con una ardiente miraba: la hora, el silencio, un buen caballo: ¿por qué tardas? Huyo!

—Huir! huir sin tí! separarnos cuando nos une el amor.

—Desventurado! exclamó Aurelia, retrocediendo