428 PANORAMAS DE LA VIDA
á la espantosa barbárie de aquel amo que me condenaba diariamente á ese suplicio inaudito: los brazos de un tirano y los azotes de un verdugo? Quién me dió la libertad, ese bien de los bienes? Oh! ama!—continuó la mulata, cayendo ¿los piés de Juana, y elevando hácia ella sus bellos ojos, radiantes de entusiasmo, á V. me debo en cuerpo y alma, y mi mas ardiente deseo es hallar la ocasion de hacer, por agradarla, algun grande sacrificio.
Mi ama quiso que yo fuera una espía cerca de Fausta Belmon: y me hizo su criada favorita para acercarme á ella, para ser manera de contar los suspiros de su pecho, los latidos desu corazon; y cerré mi alma á sus caricias para aborrecerla con el odio de mi ama. Yo sé que esto es malo, que es criminal. Tanto mejor! así habré hecho algo en su servicio; y si un dia mi ama me dice—Rafa, has vivido bastante, muere: Rafa morirá contenta á sus piés.
XII
Abnegacion
—Pues bien, Rafa, necesito comenzar contra esa muger una venganza tenaz, encarnizada, dia por dia, hora por hora; y devolverle el cáliz de dolor y de humillacion que me hace beber tanto tiempo.