356 PANORAMAS DE LA VIDA
por retaguardia: ni un sarraceno pasara el Abra para ir á contar el cuento. (Que no hubiese hecho cada uno como el capitan Teodoro: desobedecer y atacar!
—Pobre capitan Teodoro! tan valiente y tan buen mozo!
—Hubiéralo yo seguido, si me encuentro cerca de él.
—Yo me hallaba entonces á la otra banda del rio, encaramado en la copa de una ceiba vaciando sobre aquellos diablos la carga de mi fusil; y ví al capitan arrojarse, espada en mano, al centro de la columna. Caramba! hubo un fiero remolino!
estocada por aquí, mandoble por allá . .. . Luego sonaron casi 4un tiempo cuatro tiros, y . . . . todo se acabó . .. . ya solo ví un caballo que huia
espantado rio abajo.
—Yo hacia fuego, acurrucado en el hueco de un tronco, y ví al pobre capitan caer atravesado de balas. Por mas señas que de una litera salió un grito que me partió el corazon. Fué una voz de mujer: de seguro era algo de él.
—-0 del oficial godo que mató del primer hachazo. Pulsos tenia el capitan Teodoro! . . . . y eso queno llegaba á veinte años.
—Teodoro! ¿Por qué no llevaba apellido ?
—Quién sabe!