322 PANORAMAS DE LA VIDA en los ojos de Inés miradas furtivas que la hacian estremecer.
—Rie de mí! decía entonces á Rosa—¿No es
verdad que soy una visionaria? Pero esta callaba, y su rostro tornábase sombrío.
ql Presentimiento
Un dia, Rosa llegó temprano á la cita del oratorio. úTraia en la mano un número de «El Comercio, » de cuya crónica leyó á su amiga el artículo siguiente:
—« En el concierto que tuvo lugar anoche en los salones de la señora $., un coro de hermosas acompañaba á dos bellísimas jóvenes de la alta sociedad, en la mas interesante escena de una de las Obras maestras del repertorio italiano. Ambas hicieron prodigios de gracia, sentimiento y vocalizacion; pero la encantadora Inés R., hubo de ceder el triunfo á su incomparable cuñada. »
—Qué injusticia! —exclamó Aura—Inés estuvo admirable; y si nuestro duo mereció aplausos, fué por ella.
Rosa guardó silencio.
—En qué piensas?—la dijo Aura.