JUEZ Y VERDUGO 295
A diez y seisaños, laconvalecencia de una enfermedad cuyo síntoma principal es el insomnio, debe traer una reaccion: el sueño profundo y prolongado que tanto me preocupa, y que á tí tambien te habrá llevado dolorosas inquietudes . .....
Héme aquí tranquila, peinando mis cabellos con esmerada coquetería, revisando, admirando, riendo, y últimamente, probando este suntuoso vestido de novia, que la muger sueña en la cuna, ensaya en su muñeca, y reviste en fin, como yo ahora, ruborosa, trémula, anhelante, y la mirada perdida en las doradas lontananzas del porvenir ....
Los bellos ojos de Inés, cuando nose les mira; tórnanse duros y amenazantes. Acabo de hacer esta observacion mientras que prendia sobre mi cabeza la corona de azahares delante del espejo .
Bah! en qué reflexiones tan nimias me entretengo! En tanto que escribo estas líneas, Inés me espera. Quise cambiar de traje pero ella quiere que así ataviada me presente en el comedor.
Te dejo un momento, y la sigo para venir luego á partir contigo los últimos dias de esta vida mística, azulado nimbo al que no es dado volver... .!