262 PANORAMAS DE LA VIDA
Pensándolo bien, debo reir de mi terror, mas á pesar de mis reflecciones, la imágen de ese hombre y su luciente fusil no se apartan de mi mente.
Sin embargo, inquietábame la suerte de la pobre tortolilla solitaria; y no queriendo por nada en el mundo volver sola al sitio de la temible aparicion, guié por ese lado mi caballo al pasearme con mi padre.
Oh! prodigio! el nido se hallaba allí, sobre su misma rama; y los polluelos piaban engreidos bajo el ála de la madre, que los arrullaba con amor.
Si estuvieras á mi lado, querida mia, habia de preguntarte qué pensabas de esto. Ciertamente, es singular! Ese hombre que tanto miedo me causara, léjos de desear hacerme mal háme dejado una prueba de esquisita galantería.
Es tarde, y te dejo para tomar algunas horas de reposo á fin de estar lista mañana á la primera voz de mi padre, que no gusta esperar, para ir á la fiesta de Tara, que es un lindo pueblecito situado entre el mar y la boca del rio. Habrá misa y procesion; toros, banquetes, y un pintoresco sarao en un salon de lona tapizado de esteras de junco verde sobre la blanda arena de la playa; y formarán la orquesta dos violines y el órgano de la iglesia, cedido galantemente por el anciano cura, en gracia