230 PANORAMAS DE LA VIDA
arrostrando la fatiga, el fango y los reptiles, preferí marchar á pié.
Sin embargo, yo superé valientemente esos obstáculos ; y léjos de sentir cansancio, encontrábame ligera y fuerte.
Tan cierto es que el dolor del alma preserva al cuerpo y lo hace invulnerable.
El subprefecto de Moyobamba y su jóven esposa, me hicieron la mas benévola acojida. Encantados de ver á una persona con quien poder hablar del mundo en aquel apartado rincon, apoderáronse de mí y me retuvieron muchos dias en su compañía.
Para dejarme mas á mi gusto, hospedáronme en una graciosa casita sombreada por grandes árboles, y pusieron á mi servicio á una linda muchacha, que se me presentó llevando por solo vestido un largo camison.
Desde mi paso por las costas del Brasil habíanse ya habituado mis ojos á esa parvedad de ropas, que por lo demas favorecia muy mucho á Catalina.
Mi nueva criada me preparó un baño en un recipiente formado por el tronco ahuecado de un cedro.
Mientras lo tomaba, víla ocuparse en arreglar mis vestidos, sustituyendo á los arreos masculinos un elegante peplum azul con falda de gasa.