208 PANORAMAS DE LA VIDA
Era un camarote.
Rompí el vidrio de la claraboya y quise arrojarme al rio, cuya ribera divisaba á la ténue claridad de la aurora.
Pero en el momento que ponia en accion mi designio, echando el cuerpo fuera de la claraboya, un hombre que entraba al tiempo mismo en el camarote, asió de mí, y me impidió lo que deseaba:
Morir!
Aquel hombre era un gefe brasilero; conocido por su color cetrino, y lo miré con horror.
Pero él, sin tenerlo en cuenta, hízome saber que yo era su prisionera, que debia seguirlo á su país donde regresaba conduciendo fuerzas de relevo. Y concluyó declarándome que me amaba, y que debia ser suya.
—Tuya! infame cambá +—exclamé—Jamás !
El se rió de mi indignacion, y me dejó al cuidado deun esclavo que veló haciendo cerca de mí constante centinela!
Al llegar aquí ocultáronme en el fondo de la bodega; y en la noche me desembarcaron en un paraje solitario de la bahía, conduciéndome en seguida á este encierro, donde el infame que me tiene aprisionada viene cada dia 4 amenazarme con su amor.
1. Apodo con quelos paraguayos injurian á los brasileros.