Página:JM Gorriti Panoramas de la vida 1.djvu/146

Esta página no ha sido corregida

146 PANORAMAS DE LA VIDA

con sopas, desayuno esquisito que no habia probado yo, hacía mucho tiempo.

Eran apenas las siete de la mañana, y ya aquella excelente madre de familia habia barrido su casa, arreglado los cuartos, lavado y vestido á sus niños, molido el maiz, puesto las ollas al fuego, regado la sementera y sentádose al telar.

Nada tan plácido como la vida doméstica entre estos sencillos hijos de la naturaleza, para quienes la felicidad es tan fácil de conquistar.

Un mancebo y una muchacha se aman? Unense luego en matrimonio, sin preocuparse de si ella no tiene sino una muda de ropa y él su apero y su chiripá.

¿Qué importa? La ¡jóven novia lleva en dote manos diestras y un corazon animoso.

Danzado el postrer cielito de la boda y apurada la última copa de aloja, el novio deja la casa de sus suegros llevando á la desposada en la grupa de su caballo y va á buscar al abrigo de alguna colina y en la ceja de un bosque el sitio de su morada.

Los vecinos acuden. Las mugeres ayudan á la esposa 4 confeccionar la comida, los hombres al marido á cortar madera en la selva.

Unos plantan los horcones, otros pican paja; estos hacen barro; aquellos atan las vigas con lazos de cuero fresco que cubren con cañas y barro