PEREGRINACION ES 135
—Bah! duerme; que mañana pensarás de otro modo.
Sinembargo, Laura tenia tal horror á su dolencia, que al siguiente dia, arrancábase llorando de mis brazos y se embarcó para Chile. Pero fiel á su promesa, á la vuelta de vapor, recibí la continuacion de su relato, escrito en la forma ofrecida por ella.
—Encuéntrome — decia—bajo las verdes arboledas de la Serena, en este bello Chile de azulado cielo y pintorescos paisages.
Desde el sitio donde te escribo descúbrense perspectivas encantadoras, de aquellas que segun Alejandro Dumas hacen palidecer la inspiracion. Así, no busques flores en mi relato, y acógelo como vá.
Un drama y un ídilio
Carmela y yó nos separamos.
Ella absorta en celestes esperanzas, abismada yó en terrestres dolores.
Mis compañeros viéndome profundamente conmovida, guardaron largo tiempo silencio, respetando el mio; deferencia inapreciable en los hombres de su raza; porque el gaucho tiene