PRÓLOGO 13
las quiebras andinas, cuyos penachos coronados de nieve desatan por sus vertientes los raudales que fertilizan aquellos amenos campos.
El teatro de esta novela carece de los espacios convencionales del arte, y el drama y episodios que la forman exhíbense desde la opulenta ciudad de los Reyes hasta las ignoradas selvas del Chaco y del Amazonas.
El Alma Triste es una de esas creaciones impalpables de la fantasía ulemana: espíritu indomable colocado en un débil vaso de arcilla; alma ambiciosa de lo grande y sedienta de lo nuevo, de lo desconocido, sometida por dolencias físicas y desgastamiento de los órganos vitales á la parálisis moral, al sueño infecundo de la inteligencia estinguiéndose en el reducido horizonte del hogar.
Pero esa alma rompe los lazos que la sujetan; su espíritu, muy diferente del espíritu de Maistre, ordena á la materia que ande, y el cuerpo débil y doliente obedece.
Y ese cuerpo sometido al movimiento, aspira en las auras del desierto nuevos efluvios de vida; y la reconstruccion física, la reaccion material se opera sobre las visceras enfermas y disputadas vigorosamente á la tumba.
El Alma Triste, que deserta su lecho de moribunda, se lanza á todos los azares de lo imprevisto; y